ELI
Llegué al Reiki en busca de paz interna para así alcanzar
mecanismos para sobrellevar los problemas del día a día. Fue una
experiencia enriquecedora y muy curiosa. Llegas a una relajación y paz
absoluta y obra una transformación en tu conducta y forma de ver la
vida. Te da serenidad y calma. Además el Reiki es generoso e invita a
compartir. 100% recomendable.Totalmente encantada con cada
sesión de Reiki recibida y altamente satisfecha con el curso de
iniciación. Fue un placer compartir y recibir Reiki. Gracias Eugeni por
abrirnos tu casa y hacernos sentir cómodos y por compartir tu energía.
ROSA
Para mí el Reiki ha sido un descubrimiento muy
valioso. Se podría decir que ha habido un antes y
un después de mi iniciación. Ha sido un cambio muy importante en mi
vida por la manera en que veo y me tomo las cosas. No
puedo dejar de recomendarlo. Todo el mundo deberia
conocerlo y practicarlo. El mundo sería mejor.
CARMEN
La sensación al terminar tanto el nivel uno como el dos fue de haber
aprendido y de que el profesor sabía y era bueno. Me han servido mucho
los conocimientos que me has transmitido ; luego ya es cosa del alumno
la cantidad de tiempo que le dedique a Reiki y a sus técnicas.Yo estoy contenta y pienso que elegí bien al hacer los cursos contigo.También te agradezco la oportunidad que nos das de preguntarte las dudas
que tengamos. Yo he tenido varias y siempre me las has resuelto; eso es
muy importante: poder contar con tu ayuda si necesitamos consultarte
sobre Reiki. Y también estas reuniones en las que nos haces Reiju y
tenemos la posibilidad de hacernos reiki unos a otros.Lo cierto es que está bien montado de cara a que el alumno no se sienta solo y sepa que tiene un punto de apoyo de calidad.
Soy una persona dinámica, con ganas de vivir nuevas experiencias y descubrir el mundo. ¿Mi problema? No poder hacerlo plenamente por miedo, terror y pánico a las aves. Mi talón de Aquiles, ornitofobia.
Hace un año me di cuenta que tenía que acabar con la ansiedad, mareos, vómitos, desmayos… que me producía estar en un mismo lugar en el cual respirase una paloma o cualquier animal con alas y pico. Era muy incómodo no poder tomar algo con la familia y amigos en una plaza de la ciudad. O peor, intentarlo y montar un espectáculo.
Conforme te haces adulto adquieres nuevas responsabilidades, como en mi caso, tener a criaturas a mi cargo, ir de excursión, pasar por los lugares emblemáticos de una ciudad, lo cual no me permite tener un ataque de los míos por un encuentro desafortunado con uno de estos animalillos. Estaba claro, tenía que poner remedio, tanto por mi vida personal como por lo laboral.
El destino puso en mi camino a una magnífica persona y un gran profesional de las terapias naturales como lo es Eugeni García. Yo confiaba en sus conocimientos y tenía total confianza en él, además, yo me sentía fuerte para superar el gran peso que suponía esta fobia en mi vida.
Desde la primera sesión noté un cambio en mi interior, a la segunda me exponía de forma moderada y en la sexta y última sesión acabé jugando con una pluma, todo de la forma más sencilla.
El otro día, sin darme cuenta me metí por el medio de una plaza llena de palomas y caminé, sin darle la mínima importancia, hasta que al cruzarla aluciné con lo que acababa de hacer, sola, sin síntomas de ansiedad ni ninguna cosa parecida. Por eso, ahora me siento mejor que nunca porque he superado ese muro que me bloqueaba más diariamente de lo que pensaba, contenta por poder sentarme en cualquier lugar a refrescarme con mi gente y feliz por haber sido capaz.
Gracias Eugeni, sin ti no hubiese sido posible.
ÀLEX I MATILDE
MARTA
Soy una persona dinámica, con ganas de vivir nuevas experiencias y descubrir el mundo. ¿Mi problema? No poder hacerlo plenamente por miedo, terror y pánico a las aves. Mi talón de Aquiles, ornitofobia.
Hace un año me di cuenta que tenía que acabar con la ansiedad, mareos, vómitos, desmayos… que me producía estar en un mismo lugar en el cual respirase una paloma o cualquier animal con alas y pico. Era muy incómodo no poder tomar algo con la familia y amigos en una plaza de la ciudad. O peor, intentarlo y montar un espectáculo.
Conforme te haces adulto adquieres nuevas responsabilidades, como en mi caso, tener a criaturas a mi cargo, ir de excursión, pasar por los lugares emblemáticos de una ciudad, lo cual no me permite tener un ataque de los míos por un encuentro desafortunado con uno de estos animalillos. Estaba claro, tenía que poner remedio, tanto por mi vida personal como por lo laboral.
El destino puso en mi camino a una magnífica persona y un gran profesional de las terapias naturales como lo es Eugeni García. Yo confiaba en sus conocimientos y tenía total confianza en él, además, yo me sentía fuerte para superar el gran peso que suponía esta fobia en mi vida.
Desde la primera sesión noté un cambio en mi interior, a la segunda me exponía de forma moderada y en la sexta y última sesión acabé jugando con una pluma, todo de la forma más sencilla.
El otro día, sin darme cuenta me metí por el medio de una plaza llena de palomas y caminé, sin darle la mínima importancia, hasta que al cruzarla aluciné con lo que acababa de hacer, sola, sin síntomas de ansiedad ni ninguna cosa parecida. Por eso, ahora me siento mejor que nunca porque he superado ese muro que me bloqueaba más diariamente de lo que pensaba, contenta por poder sentarme en cualquier lugar a refrescarme con mi gente y feliz por haber sido capaz.
Gracias Eugeni, sin ti no hubiese sido posible.
Participant
en les teves sessions he descobert i m'he iniciat en el Reiki. Als
seminaris, ens has conduït de manera sencilla i directe, amb la
amabilitat que sempre regales, i hem recorregut de la teva mà els
coneixements que ens brindava l'experiència dels exercicis i el contacte
amb aquest Art.
HELENA
He de dir que el curs que vaig fer amb tu, em va agradar molt ,
vaig connectar super. Moltes gràcies per compartir i ser tant generós. A
part al principi vaig practicar, pero em vaig asustar una mica perque
era com que tenia massa energia i ho vaig deixar, m he de replantejar
tornar-hi.
ANA
ANA
Cuando inicié la terapia con Eugeni García me sentía muy triste, con una
desesperanza profunda, debido a una ruptura de pareja que no sabía cómo
gestionar emocionalmente. Me preocupaba no poder dormir bien y haber
perdido el apetito. Yo, que soy muy delgada, no me lo podía permitir.
Quería volver a estar en paz y a ilusionarme por las cosas.
El reiki y el tapping me ayudaron a relajar mi mente y a sentir que
ese nudo en el estómago se iba deshaciendo. El tapping provocaba en mí
unas intensas ganas de llorar. Era como si esas lágrimas fueran
curando-cerrando la herida, la tristeza... Viví cada sesión de tapping y
reiki como si estuviera poniendo pequeñas semillas en mi interior para
que germinara una nueva visión de mi situación, ayudándome a
desdramatizarla y a entender que era un proceso por el que tenía que
pasar. Pero a la vez soy consciente de que necesitaba ayuda. Y Eugeni ha
sido un guía que ha ido iluminando ese proceso sanador para que yo, por
mí misma, aceptara la situación, el presente.
Ha cambiado mi perspectiva de ese dolor, que se ha ido diluyendo. Y he
aprendido que la paz interior es un lento camino que, con la ayuda
adecuada (en este caso, del reiki y el tapping), cualquier persona puede
transitar. Vuelvo a tener apetito, duermo mejor y me siento tranquila
emocionalmente.
Empezamos a trabajar y en unas semanas se fué yendo el malestar poco a
poco. Empecé a notar mejoras con el sueño. A medida que se sucedían las
sesiones la cosa fué mejorando hasta que pude rehacer mi vida. Y sigo en mi
ciudad y con mi trabajo!
LOLA
Tenia ataques de ansiedad con taquicardias y me sentía como
si me fuera a morir. No dormía por las noches y cualquier cosa que me pasaba se
hacía un reto imposible. Estaba muy nerviosa y saltaba con cualquier tonteria.
A la segunda sesión con Eugeni Garcia ya reaccionaba diferente a
los problemas; más calmada y con otra visión de lo que me pasaba.
Desaparecieron los ataques de ansiedad y el insomnio en unas pocas sesiones
más. Recomiendo mucho trabajar con Eugeni ya que me ha ayudado muchísimo.
TERESA
Cuando contacté con Eugeni no sabia lo que tenia. Sólo sabia
que no podía vivir así. Estaba decidida a abandonarlo todo: trabajo, ciudad...
No dormía (tomaba pastillas), No podia soportar el día a día, sufría de ahogos
y palpitaciones.
eugeni.reiki@gmail.com
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